El posfranquista sindicato Manos Libres está tratando de imputar al juez Garzón en un caso de perevaricación por el intento de desenterrar las fosas de los crímenes franquistas.
Están tratando de acusar al único juez que se ha atrevido a investigar los crímenes de los que, en nombre de Dios, fusilaban a la gente al grito de ¡matadlos, que son rojos¡ dejándolos tirados en una cuneta, o apilándolos en fosas comunes.
Según sus normas, ellos actuaban en defensa de Dios y por el bien de España. Estos falsos creyentes se sentían guardianes del honor patrio, y todo el que no pensaba como ellos merecía la muerte, y como tal obraban.
Lo incomprensible es que 70 años después estas tendencias sigan imperantes en España.
La explicación es que la mayoría de la Judicatura son los descendientes de aquellos que llenaron nuestro país de un odio que todavía no se ha extinguido.
No podemos consentir que estos vándalos sigan campando por sus respetos; debemos manifestar nuestro mas profundo rechazo a las falsas acusaciones de este pseudo-sindicato e impedir que este atentado a la justicia prospere y desautorizar a sus componentes y a la Judicatura carca que los apoya.
J.M.Oviaño
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