Se ha efectuado un debate en el Senado sobre el uso del burka que considero totalmente innecesario.
¿Cuántas mujeres utilizan el burka en público en España?, yo, personalmente no he visto ninguna excepto en televisión.; entonces ¿qué motiva el debate sobre este tema cuando estamos inmersos en una tremebunda crisis que nos afecta tan terriblemente hasta causarnos más de 4 millones de parados?
Sospecho que ello se debe a la proximidad de las elecciones autonómicas catalanas, ya que el PP ha sacado pecho por la aprobación conseguida por la moción presentada conjuntamente con CIU, con lo que espera que mejoren sus resultados en Cataluña.
No creo que los catalanes se inclinen, por un medio tan baladí, por aprobar la gestión de un partido que ha demostrado hasta la saciedad su catalanofobia, llegando a aconsejar a sus militantes la no utilización de productos catalanes de cualquier tipo. Los catalanes no olvidarán fácilmente el desprecio y el rechazo causados por el PP a sus intereses. No creo que consigan más votos en esta Comunidad empleando medios tan burdos.
El PP debería arrimar al hombro a las medidas aprobadas por el Gobierno, o poner sobre la mesa alguna de sus tan cacareadas soluciones para salir de la crisis, que no dañen más los intereses de los más débiles, y que no aparecen por ningún lado, y se dejen de debates innecesarios y costosos, que solo vienen a agravar la situación.
Ya tienen la reforma laboral por la que tanto han suspirado, pero ahora la rechazan simplemente porque la ha presentado el Gobierno. Ahora se quieren convertir en los defensores de los trabajadores, en los nuevos socialistas; trabajo inútil, porque si ellos llegaran al poder adoptarían medidas mucho más duras: rebajarían las pensiones al mínimo posible, caería por los suelos el sueldo mínimo, reducirían el importe de los despidos, elevarían la fecha de las jubilaciones, apoyarían el empleo-basura, rebajarían los sueldos, sobre todo los mínimos, hasta niveles vergonzantes, privatizarían la Sanidad Pública, la Enseñanza y todo tipo de servicios públicos, pero no tocarían los cuantiosos emolumentos de los Consejeros de la Banca y de los financieros, que son los verdaderos culpables de la actual situación.
Pero, claro, como esto es impopular y no redunda en un aumento de votos, no se atreven a hacerlo público y esperan que el actual Gobierno caiga, para aplicarlo en cuanto lleguen al poder.
¡Mal porvenir espera a los españoles si estos “señores” consiguen su apoyo¡
José María Oviaño.
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