Me ha parecido una buena idea encabezar este post sobre el Día Internacional de la Mujer con el título que la genial escritora y periodista Carmen Rico-Godoy eligió para una de sus novelas (que más tarde llevó al cine como directora la no menos genial Ana Belén), en la que relataba en tono ácido e irónico los avatares cotidianos a los que debía enfrentarse una mujer española de la década de los Noventa.
Y me ha parecido una buena idea hacerlo porque creo que esta escueta frase encierra toda la esencia de la condición femenina: utilizando un símil algo manido, la vida de cualquier mujer es como la de la gacela que, desde que amanece, ya ha empezado a correr.
No descubro nada nuevo si digo que no es fácil ser mujer. Y no lo es en una sociedad desarrollada y democrática como la nuestra, donde la brecha salarial entre hombres y mujeres, a pesar de los enormes avances realizados en este terreno en las últimas décadas, todavía se encuentra entre el 26% y el 34%; donde, a pesar de la Ley de Igualdad entre Hombres y Mujeres aprobada por el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, todavía se está muy lejos de lograr la paridad en los puestos de responsabilidad de empresas e instituciones; donde las mujeres todavía siguen realizando el 75% de las tareas domésticas (por supuesto, sin remunerar), o donde todavía algunos hombres se escudan en la frase “la maté porque era mía” para justificar actos deleznables cometidos contra sus compañeras (no podemos olvidar a las 50 mujeres que murieron en España a manos de sus novios o maridos en 2009).
Pero, por supuesto, la vida de una mujer no es nada fácil en países donde la condición de mujer está inexorablemente ligada a la de degradación y pobreza o donde, simplemente, la condición de mujer significa ser un infra-ser carente de todo tipo de derechos.
Se cumple, este año, un siglo desde que la Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas, reunida en Copenhague, proclamara el Día Internacional de la Mujer Trabajadora. Desde entonces se ha avanzado mucho a favor de los derechos de la mujer y su participación en la vida política y económica, pero no lo suficiente. Por ello, es importante que sigamos apostando por desarrollar, desde todos los ámbitos, políticas tendentes a la consecución de la paridad entre hombres y mujeres; a la consecución de los derechos que, por nuestra condición de seres humanos, nos corresponden; a la consecución de que, como dice el eslogan escogido por el PSPV-PSOE para conmemorar este Día, todos los días sean 8 de Marzo.
Desde este humilde post quiero, en este Día Internacional de la Mujer, enviar un sincero abrazo a todas las mujeres del mundo; especialmente, un abrazo cargado de emoción a todas aquellas mujeres que, desde hace semanas, luchan por que sus familias vuelvan a la normalidad en Haití, Madeira y Chile; y un abrazo cargado de admiración a mis compañeras de Ejecutiva (Amparo, Carmen, Chiky, Luisa, Magda y Pilar) que tanto y con tanta ilusión hacen por este Partido.
Ana Belén Cruz
Secretaría de Igualdad y Bienestar Social
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